Cada vez que Teatro Irrumpe colgaba allí su telón insignia, en el que un hombre alado se robaba la luna, según lo pintó Manuel Mendive. Teatro Irrumpe era un conjunto teatral a la medida de Roberto Blanco. Todo lo que él fue como persona y director, se traspasaba fluidamente a su escena. Conocerlo era conocer su teatro. Y eso, a algunos, parecía espléndido; y a otros insoportable.