El Alma Desnuda, una apología a la imperfección

“¡Libre! Por fin, libre… Ahora haré mi santa voluntad que es hacer nada.. ¡NADA! ¡Eso! ¡Nada! Criticarlo todo, deshacerlo todo .. y luego darme la buena vida”  Pinocho

El Alma Desnuda es ese discurso visceral que de alguna forma ayuda a descubrir un mundo cotidiano lleno de sinsabores  y cansancio espiritual carente de invitación a la aventura de vivir y soñar. Es una obra que retoma la clásica historia de Pinocho y Gepeto, en donde la interacción de creador y muñeco revela los sentimientos más absurdos y sinceros, las sensaciones más humanas.

Pinocho, será el personaje encargado de representar  el mundo interior de nuestra sociedad, lo feo, lo bonito, lo absurdo y lo valioso, un personaje sacado de un aparente mundo de fantasía pero que se convierte en lo que realmente somos. Pinocho, desnudará el alma de lo humano para representar las acciones cotidianas sin los límites de la moral y las buenas costumbres, excavará más allá de nuestras apariencias y de la fábrica cotidiana a la que el entorno nos ha acostumbrado  en donde se forma gente igual con comportamientos únicos, como en un taller de muñecos. Este personaje es una apología a la imperfección.