Espacio Teatral invitado especial en Madrid Cundinamarca
abril 2, 2013Espacio Teatral a la comunidad
julio 1, 2013El pasado domingo 14 de abril de nuevo viví una puesta en escena de “Quieren cazar a Malvina” del grupo “Espacio Teatral”.
En el rostro de los actores eran evidentes los nervios comunes antes de iniciar una presentación; el reconocimiento del espacio y todo aquello que genera ser los invitados de la noche quienes tenían como tarea cerrar el Octavo Festival “El Teatro de fiesta se Manifiesta” organizado la corporación cultural Exhosto en Madrid Cundinamarca.
Desde las horas de la tarde su director Maikel Betancourt Moreira y el equipo de reparto cuadraban los detalles que para muchos de los que estamos fuera del contexto teatral parecen sencillos y sin ninguna trascendencia.El espacio empezó a tomar una ambiente diferente, el escenario comenzó a cubrirse de negro y darle forma a la elegante Mansión de Don Lino Armada y su esposa. El vestuario salió de la maleta de viaje para ser planchado y distribuido en los camerinos. Las pruebas de luces y sonido son parte de la magia que empezó a transformar el frio escenario de Madrid en la calidad y ocurrente morada en la que los personajes iban a amenizar al público durante dos horas.
A las seis de la tarde los actores empiezan a darle vida a cada uno de los personajes, de nuevo me encontré con Malvina, Doña Prudencia, Evita Lerruá, CharlesChurllchi y su madre.
La función empieza, y con expectativa me siento en mi papel de público atento. Me divierto con las ocurrencias de Alcibíades y con la inocencia y carisma de Sofonía. Rápidamente entre líneas comprendo que la obra hace una representación divertida al conflicto que durante años vivió Argentina con el gobierno de Gran Bretaña, por la conquista de las Islas Malvinas.
Los tangos de Gardel, Alberto Castillo y Piazzolla ambientan las escenas. Dentro del primer acto todo se enreda, la confusión se apodera de las tablas, los personajes entran en el dilema acerca de quiénes son, lo que quiere ser, y los que aparentan.
Durante el segundo acto los sentimientos irrumpen en la mansión con la llegada de Evita Lerruá, instructora del amor, quien de alguna manera trunca los planes del General Fulgencio Martínez, quien declara amor por la señorita Malvina y por la sensual y afectuosa Lerruá. Todo empieza a complicarse cuando de repente los engaños parecen no poder ocultarse por más tiempo, aunque de manera divertida Alcibíades logra mediar la situación en medio de una histeria. Con esto finaliza el enmarañado nudo de la historia, para dar paso a un receso reflexivo por parte de su público.
La luz del escenario se enciende de nuevo; Malvina empieza a comprender durante el último acto que el pueblo es noble, puro y desinteresado, asume sentimientos que durante la historia han surgido por nuestro ilustre y sencillo Sofonía. Atrás queda el amor por el general Martínez y las ocurrencias de su tío.
Finalmente la sublevación de mi expectativa y la del resto del público se va tornando más y más tranquila y saciada, puesto que la historia ya concluyendo ha permitido el total disfrute por su puesta en escena y contenido de dos horas deliciosas de enredos y conflictos que con la herencia de don Mardoqueo, hacen de los apuros una constante en la que los intereses y sentimientos son los galanes que enmudecen a quienes los entienden. Entendí que “Mas pudo el interés que el amor, pues no, más podrá siempre el amor que todos los interés bastardos”.
Por: Cristian Camilo Rodriguez